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Desde los 3 años trabajamos las emociones a través de los cuentos, principalmente con el Monstruo de colores, ya que nos da mucho juego y es muy visual. tenemos los monstruos plastificados y puestos en la asamblea y casi todos los dias preguntamos como estan ese día, colocando su foto debajo, si bien es cierto que trabajamos las emociones más básicas (alegría, tristeza, enfado, calma).
Poco a poco ( 4, 5 años)introduzco algún juego, dramatización y canciones para intentar que reconozcan las emociones en sí mismos y en los demás.
Me he dado cuenta que emociones como la curiosidad y el miedo se me escapaban por completo.Lo que más me llama la atención es que por fin encuentro un curso y un material que me está ayudando a conocer porque, con algunos niños sientes que estás fallando, que algo no funciona, y no sabes bien el motivo. El desconocimiento del proceso de las emociones (quedándonos con las más básicas a la hora de trabajar en el aula) propias y de los demás es un gran lastre para la educación de los más paques, ya que luego arrastran esas “carencias”.
Este curso también sirve para conocernos mejor. ¡La de cosas que estoy descubriendo de mi misma…. !Yo las uso en ocasiones bien de forma pautada a nivel grupal, bien como premio por algo bien hecho o un comportamiento espontáneo positivo: ayudar a un compañero, resolver un conflicto… Es gracioso ver cómo de repente, todos empiezan a intentar hacer lo mismo para tener la pegatina.
Lo que sí que, más en 5 años, intento es explicar que el “premio” lo doy yo, cuando considere,;no se pueden hacer las cosas bien sólo por la recompensa. Suelo dejar que expliquen si creen que se lo merecen o no. Si el razonamiento sirve para que entiendan la situación el premio se lo llevan todos.A los alumnos que he tenido con exceso de movimiento lo que intento es atraerlos, relajarlos; por ejemplo me ayudan a repartir, si está trabajando y molesta a sus compis, o se ha levantado mil veces para llamar mi atención, lo llamo y le hago alguna actividad o juego concreto o simplemente paramos y buscamos un “espacio”, lo mando a beber agua, al rincón de la calma o simplemente aparcamos lo que estamos haciendo para retomarlo después.
Si que es cierto que en ocasiones no puedo atenderlos y se me descontrola un poco.
Ah! intento trabajar la respiración, el tiempo fuera y el yoga (lo poco que sé)Me fascina este tema y además me sirve para darme un respiro, me explico: voy a terminar ciclo de Infantil con una clase de 25 alumnos, además de extranjeros, un posible diagnóstico de altas capacidades,un peque con problemas de aprendizaje pero sin diagnóstico claro (posible dislexia), y otros 4 que no he podido saber exactamente por qué no atendían, se “iban” de la clase, tanto con ausencias como por hipermovilidad y otros con conductas y hábitos muy estereotipados, con poca flexibilidad y baja autoestima. A veces pienso que soy yo, que no es motivo suficiente, que no puedo hacerme con ellos y siempre he pensado que el tema de la lecto escritura me sobrepasa a mí y a los peques y, cuando lo he comentado la respuesta siempre es la misma a primaria han de pasar leyendo y escribiendo.
Con esto veo que no he estado tan desacertada y, que he de dar más peso a ciertas actividades, que he de bajar, entender y dar paso a esas actividades motivadoras, de movimiento, de coordinación adecuadas al ritmo del grupo y sobre todo que no he de presionarlos.Escuchando la introducción me he dado cuenta de varias cosas importantes que, aunque comentamos mucho entre compañeros, no tenía muy claro por ejemplo: los peques que entran con una motricidad gruesa y fina poco desarrollada, sin ninguna necesidad educativa, evolucionan de forma tan diferente en los diferentes ámbitos: hay que darles más espacio, trabajar más manipulativamente y sobre todo dejar que experimenten con su cuerpo, que exploren.
Por otro lado creo que la excesiva dependencia del currículo (tienen que hacer, que decir…. ) quita espacio al tienen que sentir, se tienen que emocionar, han de jugar.
Por último esto lo deberían de saber los padres y en algunas casos de forma obligatoria ya que están en una burbuja permanente (no les dejan ser autónomos con normas claras y consistentes.
Ah! Tengo que mejorar mi actitud en ocasiones actúo como has dicho; 1,2,3 y exploto.
Gracias porque es bueno analizarse, pensar y mejorar siempre con sentido del humor (autocrítica)Hola! yo ya había empezado este curso, pero por circunstancias lo dejé y ahora lo retomo con más ganas pues, ya se de lo que va y ¡tengo tanta ganas de aprender a ser competente emocionalmente! Para acompañar a los más peques en su crecimiento, sobre todo, a poder ofrecerles estrategias para aprender a ser.
Comentar que esty introduciendo algún patrón rítmico para la atención y coordinación, así como la rima de los enanitos (de Tamara Chuv…) y es una pasada. Me encanta cómo captas su atención y lo bien que se lo pasan.
Sigo unas rutinas diarias donde conversamos además de trabajar el día, tiempo, lista… Más o menos trabajamos siempre de la misma manera (ritmo), aunque es cierto que con el dia a dia muchas veces presiono o me enfado porque no me da tiempo a “cumplir”(falta de coherencia). No me preocupa mucho cumplir curriculum,ya que las necesidades que surgen son más importantes; autonomía, estados de ánimo, resolución de conflictos, detección de barreras, 25 “nanos” de 4/5 años, pero es verdad que, viendo el 2º módulo, hay algunas cosas para mejorar y muchos recursos para hacerlo.
Me parece interesante, tal y como va el mundo acompañarlos en ese crecimiento personal, presentarles cómo y porqué se sienten de una manera, de otra, en fin, como funcionan las cabecitas ya que, como bien dice Cynthia es la gran olvidada.
Otra cosa muy interesante es cómo este curso sirve para nosotr@s, los adultos (yo me quedo tocada en algunas cuestiones), pero de forma muy positiva, ya que tengo más claro en qué tengo que mejorar y encima, con un montón de recursos.
Me gusta mucho tb. trabajar la educación emocional partiendo de cuentos, cortos y pelis y ver cómo ellos se abren, o no, como lo ven. Sus reflexiones son muy interesantes y empiezo a entender algunas actitudes (el que pasa, el que no lo entiende, el inquieto…).
También pienso en la necesidad de que las familias recibieran formación sobre neuroeducación, como la preparación al parto.Soy maestra de infantil y llevo unos años introduciendo técnicas de relajación, algo de yoga e intento trabajar las emociones (juegos, cuentos…), pero me he dado cuenta de la necesidad de formarme y sólo con la introducción, ya estoy totalmente enganchada a este curso por los contenidos, la forma de transmitir y la parte práctica, y lo primero que he aprendido es que hay que sistematizarlo y trabajarlo de forma consciente con los más pequeños, porque, cada vez están más necesitados de estas experiencias y aprendizajes para no quedarse “cojos” en su desarrollo, para que sean más empáticos y felices.
Yo lo estaba enfocando mal. Así pues, a aprender y practicar, con ellos y conmigo.
